La Plaza Palmas fue la primera que se instaló en Tampico. Hace 30 años fue construida por Don Eduardo Appedole, un empresario quién la comercializó por medio de hipotecas a sus dueños.
Cuenta con 148 locales comerciales y fue durante muchos años un sitio de reunión para los tampiqueños.
Monir Manzur Marón de los primero locatarios y de los únicos que permanecen con su negocios, comentó que la plaza ha decaído por la falta de una administración que le dé mantenimiento a las instalaciones.
"Está Plaza era la única que había en Tampico y fue muy importante para el comercio, lamentablemente empezó a decaer porque no se le dio mantenimiento ni promoción y por eso la gente dejó de venir".
Dijo que en sus buenos tiempos Plaza Palmas tuvo un cine se llamaba Cinemas Palma y tenía 4 salas, estaba ubicado en donde es hoy Biblomanía y una parte en donde hoy está una mueblería.
Indicó que después de un año y medio en que la plaza fue inaugurada la gente empezó a frecuentarla al ser prácticamente el único lugar para paseo con tiendas y restaurantes que había en Tampico.
"La Plaza cuando empezó había sólo 4 o 5 locales ocupados pero poco a poco se fue llenando y tuvo su auge, aquí los domingos había payasos, música, y negocios que vendían palomitas, dulces y las familias venían con sus hijos a pasear y ver las tiendas, incluso había juegos mecánicos, pero lamentablemente se fue acabando esas actividades y con la llegada de consultorios y oficinas esto se fue quedando sólo, se empezaron a ir los comercios y el flujo de gente bajó ".
Añadió que la administración que se encargaba de la plaza cerró y asi cada uno de los propietarios se hace cargo de limpiar su lugar y de pagar su luz.
"Cada locatario paga su luz, pero hay muchos que cierran y rentan su local, pero nadie quiere hacerse cargo de administrar la plaza, los que abrimos nuestro local tenemos que pagar porque nos limpien el espacio y pinten".
Mencionó que si hubiera más comercios funcionando en vez de consultorios de dentistas, o menos oficinas de abogados o contadores tendrían mayor clientela y habría más movimiento.
"Hace tiempo en Arteli habían dicho que iban a poner una escalera que conectará a la tienda con la plaza para que fuera su tienda ancla, pero nunca lo hicieron y el hecho de que la puerta principal de la tienda de la espalda a la plaza no nos ayuda a que venga más gente" indicó Manzur Marón.
Mencionó que los costos de las rentas en Plaza Palmas no son altos y que por el contarrio son accesibles, "hay desde 3,500 hasta 5 mil pesos para locales más grandes y eso para una plaza en la avenida Hidalgo es barato".
Descuidan el estado de la plaza
Actualmente ir a Plaza Palmas es hacer un recorrido por el tiempo, los años 80´ que se fueron y se pueden apreciar en sus corredores y en el estilo de la plaza, con sus esferas de concreto pintadas de rojo, algunas fuentes que no funcionan y ya están secas y banquetas donde nadie se sienta.
Algunos recuerdos de lo que fue en sus buenos tiempos se pueden apreciar en una boutique que sólo abre de 10 a 1 de la tarde, y que vende ropa fina de segunda mano con maniquíes con pelucas desgastadas y zapatos usados.
Sólo locales de doctores especialistas, alguna tienda de peces, una óptica, una tienda de manualidades, unos pequeños restaurantes de comida, y una tienda de novias y el negocio de telas finas del señor Monir Manzur que se resisten a desaparecer.
La atmósfera que tiene la Plaza Palmas es de un lugar donde no pasa nada por ahí, excepto los que trabajan en los despachos, los que van a alguno de los consultorios pero no se escucha el bullicio de comercio característico de una plaza comercial .
Los pisos se están desbaratando y algunos locales muestran acumulación de basura y grafitti, el abandono de la Plaza Palmas es evidente.
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